Opio
La palabra OPIO deriva del griego OPION que significa 'JUGO', ya que el compuesto se obtenía del jugo de las amapolas.
La historia del OPIO es muy antigua y tal ves inicie con los Sumerios, pero los primeros antecedentes de éste los encontramos en los escritos de Teofrasto en el siglo III a.C., Los árabes usan el OPIO y lo diseminan por todos los territorios dominados por el Islam en forma de pastillas con la impresión MASH ALLAH (presente de Dios). El OPIO es utilizado contra la disentería en el oriente, posterior a ser introducido por los árabes. El OPIO en Roma fue ampliamente utilizado y era junto con la harina, mercancía de precio controlado con los cuales no se podía especular. En el siglo XVIII fumar OPIO se hizo popular en Oriente. Por otro lado en Europa no llego a ser tan popular ya que tenía que competir con el alcohol.
Existe un antecedente histórico en relación al OPIO que se conoce como la guerra de este enervante y acontece en China, lugar en que la adormidera era utilizada con fines medicinales. Y es a finales del siglo XVI cuando los árabes les transmitieron el arte de escarificar las cápsulas de amapola y con ello, el uso recreativo del OPIO. Esta práctica se torna tan popular que el emperador chino prohíbe la importación del OPIO. Lo que origina el tráfico de la droga por parte de los portugueses y posteriormente por los ingleses en 1773. Los cuales incrementan el tráfico hasta una tonelada y media pese a un segundo edicto que en 1796 aplica la pena capital a contrabandistas y dueños de fumaderos. Tal situación es lo que ocasiona un enfrentamiento entre China y los ingleses. Veinte años después, cuando el tráfico inglés de OPIO a China supera las dos mil toneladas, hay otro incidente debido a que la autoridad de Cantón se niega a pagar ciertas deudas a los ingleses; aprovechando el asesinato de un misionero, Francia forma una coalición con Inglaterra para atacar nuevamente el territorio chino. Tras una guerra mucho más breve, se firma el Tratado de Tietsing en 1857.
Es a principios del XIX cuando el OPIO experimenta otro gran auge, ya que aparece una gran cantidad de farmacéuticos, médicos y charlatanes que fabrican preparados como bálsamos, tónicos, elixires, ungüentos y polvos a base de alcohol, cocaína, OPIO,y sus derivados y varias sustancias psi coactivas más. En los Estados Unidos el OPIO es tolerado durante toda la época colonial y el primer siglo de vida independiente, esto ocasiona conflicto cuando se le relaciona con la gran cantidad de obreros chinos que trabajan en la construcción de la vía férrea que comunicaría al Este con el Oeste. Por tal razón en 1875 La alcaldía de San Francisco publica un bando prohibiendo fumar opio en fumaderos. Dos años después, el Congreso californiano promulga un precepto que prohíbe la importación de OPIO por parte de chinos y en 1890 el Congreso Federal aprueba una ley que limita a ciudadanos americanos la elaboración de OPIO para fumar. Los estados unidos organizan una conferencia en Shanghai para 'ayudar a China en su batalla contra el OPIO'. Asistiendo 13 países, pero faltando el mayor productor de OPIO, que en ese tiempo era Turquía. En dicha conferencia Inglaterra se opone a todos los acuerdos y el resto de los delegados no entienden lo nefasto que es la adicción al OPIO.
El OPIO es el jugo de las cápsulas de adormidera. Las cuales se ponen a gotear en sacos de yute colgados a la sombra y el líquido resultante se amasa y se divide en 'bolas de opio' de 300 gr aproximadamente. El OPIO puede presentarse como una resina color marrón oscuro o como una piedra negra y quebradiza. La consistencia varía según el tiempo de exposición al aire y los procesos de refinación. El OPIO, contiene más de 20 alcaloides diferentes, entre los principales se encuentran MORFINA, PAPAVERINA, TABAINAY NOSCAPINA.
A través de la historia, el OPIO ha sido administrado de diversas maneras. Los polvos y las preparaciones de OPIO con alcohol (láudanos y tinturas) se ingieren por vía oral. Cuando el OPIO se presenta en forma de piedra, ésta se desmorona y se fuma en una pipa convencional en cuyo fondo se asienta un poco de tabaco o marihuana para facilitar la consumación. El OPIO en bruto debe refinarse para transformarse en CHANDOO antes de ser fumado en pipa. EL OPIO carece de control de calidad como la mayoría de los tóxicos no controlados, y éste puede estar contaminado con goma arábiga, quinina, lactosa, y substancias similares. También puede contaminarse con bacterias, virus, hongos o partículas. LA DOSIS LETAL DEL OPIO SE CALCULA EN 10 g, 1 la dosis baja de esta droga está en el rango de los 500 mg y un 1 g; las medias entre 2 y 3 g; las altas entre 4 y 5 g.
Los efectos del OPIO empiezan entre los 15 y los 30 minutos después de su ingestión o entre los 3 y los 5 minutos después de ser fumado y tiene una duración de 4 y 5 horas. Los alcaloides OPIO cuando llega al cerebro, ocupan los receptores específicos de las endorfinas que son neurotransmisores que produce naturalmente el cerebro. Los alcaloides del OPIO actúan como agonistas fijándose a las tres categorías de receptores de opioides descubiertas hasta ahora en el SNC y que se designan con las letras griegas MU, DELTA Y KAPPA. Los efectos analgésicos y antiestresantes que normalmente producen las endorfinas se ven incrementados en presencia de los alcaloides del OPIO.
El OPIO provoca tolerancia y dependencia física y psíquica
EFECTOS FISIOLÓGICOS.- Náuseas, vómitos, dolor de cabeza seguido de sueño pesado, y al día siguiente un despertar desagradable.
El OPIO al ser una sustancia adictiva que provoca tolerancia tanto física como psíquica puede ocasionar un síndrome de abstinencia que puede surgir hasta con 15 y 30 mg diarios administrados durante dos o tres meses. Sus síntomas se presentan entre las 48 y las 72 horas posteriores al retiro y se caracterizan por ansiedad, inquietud, irritabilidad, lagrimeo, dolores articulares, insomnio, transpiración excesiva, dilatación de pupilas, escalofrío, diarrea y calambres musculares.
El OPIO provoca a nivel físico disminución de la temperatura corporal, contracción de las pupilas y estreñimiento. Si se abusa de él, se presenta mala asimilación de los alimentos, trastornos digestivos e insuficiencia hepática; y en casos graves de abuso reiterado: insuficiencia respiratoria, congestión pulmonar, asma o angina de pecho. A nivel genético no existe ningún reporte sobre posibles daños en bebés cuyos padres consumen opio habitualmente.