Hongos●●
Los Hongos Alucinógenos o psicoactivos se conocen desde hace mucho tiempo y han sido usados por diferentes culturas con fines mágicos, religiosos o ambos. Así encontramos que culturas como la Maya lo representan en figurillas de barro con una data de 1,000 a. C. al 500 d. C.
En el centro de México a los Hongos Alucinógenos se les conoce con el nombre Náhuatl de “TEONANACATL” que significa “CARNE DE DIOS”. La etnia Mazateca del estado de Oaxaca los llama NTI-SI-THO, EN DONDE nti significa respeto y cariño y si-tho el que brota.
En México son tres las variedades de hongos que más se conocen, aunque se sabe de cerca de 80 especies diferentes en todo el mundo. Las tres variedades más buscadas y consumidas son el PSILOCYBE MEXICANO (pajaritos), PSILOCYBE CAERULESCENS (derrumbes) y PSYLOCYBE CUBENSIS (San Isidro). Estos hongos se les encuentra en las zonas montañosas de los estados de Oaxaca, Morelos, Michoacán, Puebla y Estado de México.
En España se encuentra la variedad PSILOCYBE WASSONI, PSILOCYBE SEMILANCEOLATA y el STROPARIA CUBENSIS.
En la actualidad el uso de los Hongos Alucinógenos esta reservado para ciertos sectores muy específicos de la población. Llamando la atención el sector compuesto por adolescentes en busca de identidad, de un contacto con lo desconocido o en busca de la divinidad. Este grupo de jóvenes por lo general los consumen ocasionalmente, creando rituales de tipo místico.
Los Hongos Alucinógenos carecen de clorofila, que es lo que los diferencia del reino vegetal y están formados por un Micelo o parte vegetativa que se encuentra en el interior del substrato del que se alimentan. En realidad es que este micelo de donde crece el hongo o seta.
Todas las variedades de Hongos Alucinógenos tipo “PSILOCYBE” crecen a una altitud de 1,300 a 1,700 m sobre el nivel del mar. En regiones con rocas calizas; también en forma aislada o muy esparcidas entre el musgo, en prados húmedos y en bosques de pinos y encinos.
Los Hongos Alucinógenos se clasifican dentro del reino “FUNGI”. Los organismos de este reino no pueden sintetizar clorofila, de ahí que tenga que crecer o implantarse en materia orgánica; que es de donde obtienen su alimento. La relación del hongo con el organismo que lo alimenta es una simbiosis y esto quiere decir que ambos salen beneficiados. Lo anterior es la asociación más común, pero los hongos también pueden parasitar plantas o animales o vivir como “SAPROFITOS” (vivir de materia orgánica en descomposición).
El principio activo de los Hongos Alucinógenos es la “PSILOCIBINA y PSILOCINA” , que son alcaloides capaces de afectar el Sistema Nervioso Central (SNC). Encontrándose en mayor cantidad la primera. EL principio activo de los Hongos Alucinógenos mexicanos fue aislado por primera ocasión en 1958 por Albert Hofmann, mismo que descubrió el LSD.
Los Hongos Alucinógenos se ingieren por vía oral, preferentemente en ayunas, solos o mezclados con miel, en estado natural o secos. Los efectos inician entre 25 y 30 minutos después de la ingestión, pudiendo durar su efecto de 4 a 6 horas.
Cuando el alcaloide es puro (psilocina, psilocibina) pueden administrarse por vía oral o intramuscular. Las dosis bajas van de 10 a 20 mg; las medias de 40 a 60 mg; y las altas de 80 a 100 mg. No hay reportes sobre las dosis letales de estos alcaloides en forma pura. Algunos autores refieren que la dosis máxima segura es de 150 mg.
Los Hongos Alucinógenos pueden ser falsificados. Situación que se ha presentado en los Estados Unidos, en donde se inyecta LSD, PCP (fenciclidina) o ambos a hongos comunes como las Zetas.
Los alcaloides de los hongos, la Psilocibina y la Psilocina actúan disminuyendo la recaptura de Serotonina (neurotransmisor) en el cerebro y en la periferia. La dosis activa promedio de la Psilocibina es de 10 mg, lo que la hace 100 veces menos activa que el LSD.
El potencial de dependencia de la Psilocibina es mínimo y de hecho se sabe que si la ingesta se realiza con intervalos mayores a los tres días consecutivos no se presenta dependencia física y la dependencia psicológica es baja.
Posterior a la ingesta de los hongos, se presenta un periodo de latencia que va de algunos minutos a una hora. Presentándose los primeros síntomas cuando termina ésta y se caracterizan por una sensación de calor, malestar físico, el sujeto deja sus actividades y normalmente se acuesta por presentar astenia y somnolencia. Inmediatamente después aparece euforia con locuacidad, risa sin razón, necesidad de moverse y sensación de satisfacción. Los sentidos se ven afectados de tal manera que el sujeto tiene visiones que cambian de colores y se mueven, luminosidades, imágenes caleidoscópicas y por ende mayor sensación de bienestar. La conciencia se altera y aparecen situaciones oníricas que pueden ser con alteración del tiempo, de lugar y de la propia persona.
Hay que mencionar que la euforia no es permanente, se presentan estados de angustia que pueden variar en duración. Cuando termina el viaje los consumidores presentan periodos de hipomanía y en ocasiones la euforia persiste 24 horas más. Pero el síntoma más persistente es la astenia que puede durar varios días.
El efecto principal de los hongos es del tipo sinestèsico, y es un estado muy particular en el cual los sonidos se ven, los olores se sienten, se puede escuchar a los objetos y otras muchas sensaciones más. También es posible que el experimentador sienta que abandona su cuerpo o que las cosas las ve desde otra perspectiva (introspección). Hay quienes refieren patrones caleidoscópicos frente a los ojos.
El consumo de hongos psicoactivos provoca dilatación pupilar (midriasis), modifica el pulso, la tensión se altera (hipotensión) y los reflejos también; disminuye el ritmo cardíaco, se presenta debilidad y desorientación. No hay reportes de daño físico ocasionado por el uso prolongado.
Es raro que se presente una intoxicación con hongos alucinógenos pero de ser así, los síntomas se presentaran dentro los primeros 15 a 30 minutos posteriores a su ingestión. Caracterizándose por dolor abdominal, nauseas y vomito. Es raro que ocasione la muerte pero es necesario manejar la situación como una urgencia médica. Cuando se presenta un mal viaje el consumidor deberá ser manejado por un especialista (psiquiatra), el cual decidirá la conveniencia de administrar neurolépticos (antipsicòticos) del tipo del Haldol o Largactil.